Llega diciembre, y parece que todo
se acelera en este mes…como si quisiéramos terminar el año haciendo más y más
cosas, y en poco tiempo.
Este primer fin de semana, al margen
de las fiestas de la Constitución y de la Inmaculada, con el correspondiente
puente para los que lo hayan disfrutado, se ha sumado en nuestro pueblo tres
actividades “extras” típicas de las fechas: talleres de elaboración de dulces,
cena de Navidad y un mercadillo solidario. Días intensos pero bien aprovechados.
Fue el jueves 6 de diciembre en el
local de la asociación de mujeres Espino Albar, donde se llevó a cabo un taller de dulces típicos del pueblo y de
la época. Estaba organizado por la Asociación Coro Romeros del Rosario,
dentro de la convocatoria emitida por el Ayuntamiento de Algatocín en la que se
subvencionaba a las asociaciones de la localidad con ayudas económicas para la
realización de actividades en Navidad.
Por megafonía, se invitó a todo
aquel que quisiera aprender a elaborar pestiños o buñuelos y de paso, los que
allí se cocinaran, se aprovecharían para colaborar con el mercadillo solidario
que se iba a realizar el sábado siguiente.
Así, en buena compañía, entre olores
típicos de la cocina y de la Navidad, echamos la tarde de repostería, teniendo
muy buena acogida por parte de los asistentes a esta actividad. Por nuestra
parte, dar sobre todo las GRACIAS por el cariño con el que nos acogen siempre
estas mujeres, para enseñarnos todo lo que conocen sobre la gastronomía de
nuestra zona.
Durante el periodo vacacional, otros
talleres se realizarán desde otras asociaciones de la localidad, de las que
seguramente demos cuenta aquí.
Por otro lado, el viernes noche,
como otros años, la Asociación de Mujeres Espino Albar, celebraba su
tradicional cena de socias de Navidad.
Un momento de encuentro donde se juntan distintas generaciones de mujeres y
dejan atrás las preocupaciones y los quehaceres diarios para degustar un buen
menú acompañado de risas y bromas de unas a otras. Este año, se ha celebrado en
el Ventorro, en la Venta Solera. Después de la cena, hubo bailes y al final
acabamos la noche en el pub del pueblo, un buen grupito de mujeres junto con
las más jóvenes de la asociación a la cabeza. Y ya, a esperar al año que viene…
La otra actividad que completó este
fin de semana tan ajetreado, fue la del Mercadillo
Solidario. El año pasado, fue necesario restaurar la imagen de la
Virgen del Rosario, Patrona de la localidad; aún quedan pendientes pagos para
poder concluir el trabajo y puedan traerla de nuevo. Por ello, los mayordomos
de este año, junto con un grupo de vecinos, plantearon la posibilidad de hacer
este mercadillo en el que se vendieran artículos donados por todo aquel que
quisiera colaborar, ya fueran comprados como de elaboración artesanal. Hará un
mes, se empezó a dar publicidad del acto y fueron muchas las aportaciones
recibidas y ayudas ofrecidas por los vecinos y conocidos de la localidad.
En el salón de la juventud, se
colocaron varios puestos en los que se podían ver artículos de alimentación
como embutidos, chacina, dulces, leche de cabra, pan, etc.; ropa como
calcetines, camisetas; jabón natural, artículos artesanales como canastos de
mimbre, bufandas, rebecas y jerseys de lana, cojines de croché, adornos de
bisutería, artículos de piel, broches, etc., a lo que se sumó una paella y
dulces típicos de la zona para almorzar y merendar. Los mayordomos, además,
pusieron una barra donde se pudieron tomar otras tapas y bebidas. A lo largo de
la tarde se hicieron varios bingos y se rifó el lote de jamón y aceite.
Hubo mucha gente, que se prestó a
pasar el día agradable participando en todo. Gracias a esta participación, se
pudo obtener una gran cantidad de dinero que seguramente permita acabar con la
deuda. El pueblo dio buena respuesta acudiendo y arrimando el hombro por esta
causa. Entre ellos nuestro grupo que comió arroz y merendó ricos roscos y
bizcochos.
Eli Barroso.
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