El pasado viernes (30 de Marzo)
tuvo lugar el II Vía Crucis en nuestra localidad, la lluvia y el mal tiempo
estuvieron presentes pero afortunadamente nos dieron una pequeña tregua para
que nuestros tronos y todos/as los/as vecinos/as que asistieron pudieran
disfrutar de verlos en la calle.
Todo comenzó con la
interpretación musical de una gran marcha de procesión: “Mayor dolor de María”
por la Banda de Música Virgen del Rosario. Seguidamente tuvo lugar un
sentimental y emotivo pregón realizado por Anita García, una de las personas
que más ligadas están a la iglesia y a todos los actos que se celebran en ella.
A mi parecer, fue una elección muy acertada, ya que nadie como ella podía
explicar la importancia de la fe en estos tiempos de crisis y su labor
desinteresada por mantener nuestra comunidad cristiana, todo ello contando con
el respaldo y el apoyo de su familia.
Tras estas bellas palabras, el
coro “Romeros del Rosario” interpretó una canción que nos sumergió en la época
que estamos, pero afortunadamente, esta no fue la única que cantaron. Una vez
con los tronos en la calle cantaron saetas (nuestra vecina y compañera Dama) y
otras canciones ligadas a las estaciones penitenciarias en la que los tronos se
paraban. Además, de la Banda de Música que entre estación y estación también
iba interpretando marchas.
Algunas mujeres y niños/as se
disfrazaron de hebreos/as, las calles estaban perfectamente decoradas: los balcones
engalanados, ramas de olivos en las puertas y ventanas de las casas, antorchas
encendidas, ascuas con incienso, trozos del pueblo a oscuras solo con velas
alumbrando… Pero el momento más emotivo, sin duda, fue las tres caídas de
Jesucristo (vecino y amigo nuestro Luis Miguel Botellín) donde María Magdalena,
la Virgen María y algunas más le ayudaban a seguir adelante.
Esther Guillén.
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