El pasado fin de semana Algatocín,
como tantos lugares de España, festejó el día de la Virgen de Candelaria. Esta
fiesta se celebra, según el santoral católico, el 2 de febrero en recuerdo al
pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la
purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción
de la Ley del Antiguo Testamento (a los 40 días).
En algunos sitios hacen candelas
y disfrutan de la compañía de amistades y familia. En nuestra localidad, se
celebra una misa donde los feligreses llevan a la Iglesia roscas de pan
adornadas con un lazo de color que son bendecidas por el sacerdote. Ese mismo
día se presentan a la Virgen los niños y niñas nacidos/as en el año anterior
para que ella los bendiga. Después, tiene lugar la procesión de la Virgen por
las calles del pueblo acompañada de la Banda de Música de la localidad y de las
mayordomas vestidas con mantilla. A la entrada de la
Virgen en la Iglesia se sueltan un par de palomas.
Además de la celebración de la
Virgen de la Candelaria, este fin de semana asistimos a otra procesión gracias
a la invitación de la Asociación Juvenil
Virgen de la Amargura de Marbella a la Banda Virgen del Rosario de
Algatocín para participar en el traslado de su imagen desde su cede hasta su
nueva capilla. Así que el viernes lloviendo, si tenía que llover y con mucha
niebla, cogimos el autobús con dirección a la costa del sol, donde tras algunas
gotillas pudimos acompañar a la Virgen por las calles de Marbella. ¡Gracias por
la invitación! Pasamos una buena tarde.
Esther Guillén.
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