Otro año más, se acerca el comienzo
de la Semana Santa, y los componentes de la Banda de Música lo celebran como
viene siendo ya una tradición en ellos, con su tradicional “chorizá”. Es “sagrado” que el sábado previo al Domingo de Ramos se
realice un ensayo en el polideportivo que dura todo el día.
Desde bien tempranito comienzan los
ajetreos por parte de los miembros de la banda, recogiendo las cosas, comprando
y llevando los arreos para el almuerzo, además unos suben andando otros en
coche con los instrumentos…
Para aquellos que no lo conocéis,
explicar que la “chorizá” consiste en
un ensayo de la banda en él que durante la mañana del sábado, en el
polideportivo, se ensaya andando para coger el paso de cara a la Semana Santa,
después sobre la hora del almuerzo se comparte una comida preparada por los
mismos componentes, por familiares o parejas que son invitados al almuerzo,
posteriormente se reposa un poco y a continuación volver a realizar el ensayo
antes que se haga más tarde. Es un día de convivencia, en el que todos los que
pertenecemos a la banda compartimos nuestros ratos de risas, charlas, y
sobretodo pasamos un ratito agradable en buena compañía.
Este año, al contrario que el
pasado, que no paró de llover… hizo un día estupendo, de solecito, lo que
provocó que más de uno volviese a casa con los hombros, brazos e incluso la
cara “coloraita” de haberse quemado, al estar expuestos al sol prácticamente
todo el día.
Debemos resaltar que este día estuvo
marcado por dos acontecimientos que marcaron a las personas del pueblo, entre
ellos las muertes de Ana y Concha, dos vecinas muy queridas en el pueblo y con
grandes familias, entre éstas se encontraban varios componentes de la banda, a
los que echamos de menos en este día tan especial.
Esmeralda
Moreno.
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